Qué debo saber a la hora de elegir una caldera
En Calderas Pamplona sabemos que las calderas se pueden considerar como una «caja negra», en la que entra agua fría y combustible y sale agua caliente y gases. En su interior se quema el combustible con el aire, liberando calor. En el funcionamiento de la caldera intervienen dos circuitos independientes, uno para el agua y otro para los gases.
Tipos de Caldera
Según la temperatura:
Calderas convencionales: En este tipo de calderas el agua de retorno, una vez que pasa por las unidades terminales, llega a la caldera con una temperatura muy elevada y constante, por lo que su funcionamiento no se adapta a las necesidades de la vivienda.
Calderas de baja temperatura: Este tipo de calderas funcionan continuamente con una temperatura de retorno del agua de 40 a 60 °C. Además de trabajar con temperaturas más bajas, pueden regular la temperatura dependiendo de las necesidades de la vivienda. Se consigue un ahorro energético del 15% en comparación con las calderas convencionales.
Calderas de bajo nox: Son calderas estancas con un diseño del sistema de combustión que permite disminuir la emsión de NOx (óxidos de nitrógeno) respecto a una caldea convencional, disminuyendo el impacto ambiental de los gases de combustión.
Calderas de condensación: Es una caldera parecida a la de baja temperatura, con la diferencia que esta está diseñada para que condense continuamente una parte importante del vapor de agua contenido en los gases procedentes de la combustión, consiguiendo así un mayor aporte de energía. Esto se consigue porque utiliza la energía que se libera al pasar el agua de estado gaseoso a líquido. La temperatura óptima de funcionamiento es de 30 a 40 °C. Son las más eficientes, su rendimiento puede estar por encima del 100%. Un inconveniente es que se debe instalar un desagüe para el agua que se condensa.
Según la presión:
Calderas atmosféricas: El aire necesario para realizar la combustión completa del gas se toma de la misma estancia donde se encuentra la caldera. Para que dicha combustión se realice correctamente, la estancia debe de tener un determinado sistema de ventilación. Este tipo de calderas no se instalan desde el 1 de Enero del 2010, según el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE), ya que son poco seguras y menos eficientes.
Calderas estancas: Este tipo de caldera tiene la cámara de combustión totalmente aislada, no tiene intercambio de aire con la estancia donde se encuentra la caldera. La admisión de aire y la evacuación de gases tienen lugar en una misma chimenea, formada por dos tubos concéntricos, uno de entrada y otro de salida. El intercambio de calor entre el aire que entra y el gas de salida hace que aumente el rendimiento de la caldera. El hecho que esté aislada hace que sean más seguras al no haber peligro de posibles fugas de combustible.
¿Qué potencia de caldera necesito?
Hay 3 rangos de potencias comerciales en calderas murales para viviendas: 23-25kW, 28-29kW, 33-35kW. Para viviendas con superficies hasta 115m2 aprox., todas las calderas cubren la demanda de calefacción, incluidas las de 23Kw. La potencia se elige en función de la demanda de agua caliente.
Las calderas instántaneas más potentes son capaces de calentar un mayor caudal de agua, de forma que pueden atender la demanda de dos grifos a la vez. En función del número de baños, de habitantes y de nuestro uso habitual (p.ej. si se usan 2 duchas a la vez) elegiremos 23-25kW o las siguientes potencias.
Para viviendas de más superficie, además de la demanda de agua caliente, hay que conocer la potencia instalada de calefacción para determinar qué potencia es la recomendable.
Radiadores y suelo radiante
Radiadores alta temperatura: conservan mejor el calor una vez apagada la caldera, pero tardan más tiempo en calentarse, son muy dependientes de la temperatura del agua y ocupan espacio en la estancia. Necesitan caldera convencional.
Radiadores baja temperatura: la temperatura del agua no tiene que ser muy elevada, tardan menos tiempo en calentarse y suponen un ahorro energético de un 3% con calderas de baja temperatura. Pero conservan peor el calor una vez apagada la caldera, dependen mucho de la temperatura del agua y ocupan espacio en la estancia. Se pueden usar tanto con calderas de condensación como de baja temperatura.
Suelo radiante: distribuye la temperatura de una manera excelente, tiene un bajo coste de operación y de mantenimiento, supone un ahorro energético de un 10% respecto a la caldera de condensación. Por contra, tiene una alta inversión inicial, y su regulacion es compleja. Se pueden usar tanto con calderas de condensación como de baja temperatura.